Tuve un día del carajo y me doy cinco minutos para pensar…
Pienso como me perdía en tu rostro cuando mentías diciendo que me amabas…
Y extraño…
Pienso en aquel adiós callado, en las promesas que, olvidadas, tuve que romper una por una…
Pienso en aquella noche que encontré tras una pantalla, (con los ojos húmedos todavía por que tenia dolido el corazón, con un frío que abrigue cada día a las tres de la mañana) un sujeto que me amarró a su estilo de vida…
Y así lo amé, con sus defectos, con esa barba que no se cuidaba y el cabello que jamás peinó, con esas uñas que siempre se mordía, con esa boca que traía siempre remojada en alcohol, con sus oídos (de los que solo le servía uno), con esos ojos que me tiraban cualquier argumento para discutir…
Vaya que lo amaba!
Pero él no me amó nunca…
Solo mentía.
Mintió aquella noche que lo dijo por primera vez, cuando me besó frente a todos sus amigos, cuando me llamaba en la madrugada pidiendo que fuera por él, cuando se sentía morir y me buscaba afuera de la universidad…
Mintió siempre y le creí…
Le creí aún después de descubrirlo, aún después de que me lo gritó a la cara, después que me hizo mierda el corazón…
Pero no lo hice por que me hubiera convencido, sino por que era lo que me hacía falta…
Necesitaba pensar que me necesitaba, que me extrañaba, que me deseaba…
Y así se me fueron tres años de esta puta vida!
Tres años que fui personaje de sus historias… a veces fui princesa, a veces fui su amante, otras tantas fui la heroína de un mal cuento y al final, fui la bruja que rompió el encanto…
Ya no lo amo, el amor…
El amor apesta…
Ya pasaron mas de cinco minutos y sigo recordando (te), sigo extrañando (te)...
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